Mal-Aventuras: Mi último “Tomate” (Parte 2 de 2)

Continúa…

Ya finalizada la jornada laboral emprendo la travesía de vuelta, primero la larga espera en una parada improvisada al terminar el paso a desnivel, los relámpagos advierten la furia de las nubes negras que se avecinan, llega el bus y después de subirme “al pedalazo” las palabras clásicas de bienvenida: “Son 2 varas chavo…”, “ve que S%R&T%S” pienso, (o sea: vaya pícaros!), pero ya para que alegar…, pagando (de mala gana) mis dos “varas” de pasaje, (o sea: 2 tukis, 2 pesos, 2 billetes… 2 quetzales pues vaya!) trato de abrirme paso entre la gente, después apretujones, metidas de mano y “arrimones” llego a un espacio “aceptable”; la lluvia de afuera se cuela por la ventanilla del techo de la camioneta y gotea sobre mi hombro, viendo esto, mejor me corro un poco para evadirla, detalle que a la señora de al lado no le parece, y viéndome tal cual “Ladrón/Acosador” pasa su bolsa al frente de ella y me tira el pelo en la cara, “Ah puuuut@!!!” pienso, (o sea: “ups! asuste a la pobre dama”); unas cuadras antes de llegar a mi parada de bus (en donde trasbordo) suenan alegres las palabras inoportunas: “Servidossss!”; y pensé. “F&%@! A volar pata otra vez” (O sea: Que bien! casualmente tenía ganas de caminar…!); al menos el agua había parado; después de unos 10 ó 15min de caminata llego a la estación para esperar mi último bus… (según yo claro), se aproxima el bus y la gente se aglomera otra vez, después de dejar pasar la estampida, el único espacio que queda es para un pie en la grada y una mano en el tubo… “M#$%D@!” –digo de nuevo- (o sea: Recorcholis!), pero… ya me esta dando hambre y se esta oscureciendo, entonces decido irme colgando.


El camino fue incomodo… (como se podrán imaginar) el agua rezagada del aguacero que se desliza por el retrovisor salpica mi rostro, casi que me fui haciendo “ojitos” en el camino, (O sea: Parpadeando como aleteo de Colibrí); el bus avanza rápidamente y mis brazos empiezan a sentirse cansados, (recuerden… voy colgando) a como puedo trato de tener una mejor posición, por que si me caigo.. me hago “M$%&@” (O sea: Podría hacerme daño); luego de varias paradas y después de que la señora que viene de hacer el súper, pase despidiéndose de mi golpeando TOOODOSSS los envases de vidrio en mi cabeza al bajar, puedo subir un poco mas despejado al bus, pero las cosas se ponen peores, es cierto, ya no me mojo, pero el calor que impera es sofocante, la gente no abre sus ventanas por la lluvia (q ya termino por cierto), los vidrios empañados son el escenario perfecto para el concierto de gritos del recién nacido de allá al fondo y los del ayudante EXIGIENDO que nos corramos, conjugado con el olor del “Elote Loco” que va comiendo la mujer embarazada de al lado, (WTF! en que feria o circo lo compro? Saber mano!, pero ella iba comiendo eso en la camioneta!!!), todo ese ambiente me va calando poco a poco, casi al grado de “encabronamiento” (O sea: Creo que estoy perdiendo la paciencia!).



Todavía a medio camino, (y con el seño fruncido) noto que el piloto de repente empieza a medio frenar bruscamente (sin querer me imagino), el motor cruje, “por lo menos hechale saliva” -se escucha que grita un pasajero de atrás-, mientras unos cuantos sueltan la risa, el bus detiene por completo la marcha, (se apago el motor!). “No entra la velocidad vos!”, dice dirigiéndose a su ayudante, quien sin mediar palabra, se mete la mano a los bolsillos buscando sencillo, luego de varios intentos desesperados del piloto por arrancar el vehículo, anuncian con su peculiar timbre de voz: “Señores, aquí adelante se les devolverá su quetzal”, no había terminado de decir eso y la gente empezó a vitorear cánticos angelicales: “a la gran P&@%?!$&”, “mejor quema esta MI&RD@”, “devuelvan el pasaje ladrones S%R@T&S”, entre otros cuantos mas se escuchaba al unísono dentro del bus, el coro de la iglesia de los domingos no es nada, como que si lo hubieran ensayado antes; yo, un poco ajeno al coro popular, solo exclame: “aaaala “P&%@”, (O sea: “Oh cielos”), mientras la gente se amotinaba (de nuevo) por recibir su pasaje, yo opto por bajar por la puerta de atrás y caminar un poco hacia la parada mas cercana a esperar otro bus.


La noche esta fría y el agua era sutilmente mi persistente compañía, después de algunos minutos de espera, se acerca otro bus, “dos en mano precisoooooss….” anunciaba el ayudante, sin duda con los ojos brillantes al ver la cantidad de gente que estaba desamparada a media avenida Petapa, ahora anticipándome un poco al tumulto, logro subir al bus “al pedalazo” y puedo (extrañamente) conseguir un asiento, y continúo mi camino. Cuando todo empezaba a estar… no tan mal, me percato que el bus se toma 10min en avanzar una cuadra, WTF!!! Pensé (O sea: “Rayos y Centellas! Que pasa allá afuera?”); me asomo un poco a la ventana mientras escuchaba: “es por la lluvia”, “yo creo que hubo un accidente”, “de plano hay algún muerto”, sugerencias de la gente, de la posible causa de semejante embotellamiento, a estas alturas la causa era lo de menos, “voy a agarrar por la Atanazio señores” anuncia el piloto, abriéndose paso entre los carros, como solo un piloto de ruletero guatemalteco puede hacerlo, se atraviesa la avenida principal y nos encaminamos rápidamente hacia la calzada de al lado, un poco mas despejada la vía y después de varias maniobras que a mas de alguno le puso los nervios de punta, se ahorra un poco la cola y sale de nuevo a su ruta habitual varias cuadras adelante, “vaya hombre… al fin algo bueno” o al menos no tan malo pues.


Después de estar mojado, sudado, varado, estafado y bien golpeado en la “apretazón” durante el trayecto, al fin llega la parada en donde me bajo, “Gracias” digo al descender de la unidad de transporte, cosa que a los servidores públicos ni les importo, una vez abajo, el bus acelera y me deja atrás parado entre una nube de humo…. con la vista nublada, el cuerpo adolorido y el animo desvanecido, camino a mi casa mas cansado que entusiasmado, esperando con ansias la cena y esperando que a la hora de ir a dormir, el descanso sea reparador, por que mañana se repite la historia…. “Ni MI&$%D@!” exclame firmemente, (o sea: Ni Mierda! Jajajaja… –es que… tampoco soy de palo como para no encabronarme va! Jajaja…-) por mula me vuelvo a subir a esas babosadas, y con la misma decisión con la que vos te rascas la nalga cuando te pica!, o cuando te sacasen moco cuando te come la nariz (jajajajaja…) me cruce la calle a recargar de una vez mi tarjeta, haciéndome la promesa de que ese… fue mi último “Tomate”.


Estimados lectores: (O sea: “bola de shutes!”)
Les quiero confesar que efectivamente viví todo esto (y mucho mas) al ser un usuario mas del (mal) servicio de transporte colectivo de mi ciudad, (no todas en un mismo día, pero si las viví vaya) todas son tan ciertas como desalentadoras, y lo escribí para exponer un poco lo frustrante que puede llegar a ser un viaje en estas unidades, (y eso que yo me considero con suerte al viajar, por que hay mucho peores) pero les comparto todo esto por que desde hace unas cuantas semanas, viajo únicamente (en las rutas en donde están habilitados claro) en los nuevos buses azules, por lo que, para muchos otros usuarios y para mi, todas estas Mal-Aventuras quedaran en el pasado (o al menos eso esperamos), ahora mis viajes son muy distintos, pero… hay les cuento dentro de unos cuantos meses a ver como me va.