domingo, 6 de febrero de 2011

Te detesto...

Te detesto! si, lo digo sincera y abiertamente, te detesto desde el día que te conocí, desde el día que pude verte a los ojos… y si, también debo de reconocerlo, me hiciste quebrar, mis piernas temblaron de miedo solo al sentir tu presencia, mi aliento se fue por un instante, mis ojos se humedecieron y lloraron tal cual niño, mientras mi corazón se estremecía de dolor… yo escuchaba que todos hablaban de ti, algunos burlándose quizás del momento de tu llegada, otros mas cautelosos, hablaban de ti con cierto pesar… ahora los entiendo; de mi parte siempre demostré mucha incertidumbre sobre mi reacción a tu llegada, tal vez con indiferencia… talvez con miedo, yo decía que cuando estuvieras cerca de mi, seguramente me sentiría de lo peor, muy mal, pero nunca imagine que lo que me hiciste sentir esa mañana… iba a ser mucho peor, tampoco pensé que nuestra primera vez de vernos las caras fuera tan repentina, y la segunda tan próxima; ahora, ya que estuviste al lado mío, después de arrebatarme dos pedazos de mi corazón, quizás hasta riéndote de mi sufrir, puedo decir con certeza que te detesto! que eres hiriente y te desprecio, por que llegas sin mediar palabras a robar la paz de cualquiera, por que llegaste hasta el fondo de mi corazón y lo hiciste pedazos… pero sin embargo, nada ni nadie puede impedir que te vuelva a ver, nada puedo hacer para de ti poder correr, entonces reflexiono y digo, es en vano lo que pienso y mas absurdo lo que siento, mejor sería hacer lo que todos hacen pero nadie lo dice, olvidarte por un tiempo mientras llega ese momento, mientras se llega ese día, ese día en el que nadie quisiera llegar, es por eso, que mientras lucho contra mi miedo de verte y mis sueños de vencerte, te digo de nuevo: te detesto Muerte… te detesto.

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