martes, 30 de octubre de 2012

Rabia


Rabia… bendita sensación que se apodera de mi ser, aliento de vida, deseo de sangrar, pensamientos alterados rebotan en los labios, ojos perdidos agreden sin decir palabras, el latido del corazón retumba como fuerte tambor en el pulso de la mano empuñada, y entre ceja y ceja el seño fruncido no se hace esperar, la mandíbula bien apretada y ese rechinido de dientes que te hace respirar, la energía corre por tus venas, y tus piernas se balancea al ritmo de ese resonar del tambor que anuncia la batalla, sangre y sudor, coraje y sabor, así es la rabia, tan encantadora como devastadora, no es pecado sentir rabia, al contrario, es una de los pocos sentimientos que te recuerda que eres humano, que eres de carne y hueso, el que te hace pensar, aunque primero prefieras actuar, maravilloso sentimiento…. Rabia, gracias por asomar, me das el coraje de pelear por muchas cosas justas, y aunque muchos desperdicien esa energía en cosas banales… yo te agradezco el gesto de habitar en mi por momentos, porque me haces expulsar toda esa mala sensación que voy acumulando en la rutina monótona de mi cotidianidad.

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