Y bueno… fíjense muchá que resulta ser que de un día a otro me disfrace de “estudiante” si, de estudiante universitario (Orgullosamente San Carlista porrrrr supuesto!), pues este año decidí retomar los estudios que hace ya unos cuantos años los había dejado en el olvido, que tampoco era que ya estaba por terminarlos va, pero la idea es continuar y no “tirar la toalla”, esta decisión la tomé por dos puntos muy importantes:
Uno) Este año he venido diciendo que hay que hacer cambios en la vida, y bueno, quiero ser consecuente con lo que digo. y
Dos) Pues… chateando con una querida amiga, me di cuenta que principalmente lo hago para tener el respaldo moral suficiente para poder exigirles a mis hijos que se esfuercen por conseguir buenas calificaciones, yo siempre he pensado que uno enseña con el ejemplo y quiero demostrarles a mis hijos (con mi ejemplo) que con un poco de trabajo y dedicación, se pueden conseguir muchas cosas buenas.
Entonces “compañeros” (naaa… como 3 días de asistir y ya hablo como los de la asociación aguanta! Jajajaja….), este año retornaré a los salones de clase, las caminatas maratónicas dentro del campus, los shukos del “chino” con chimichurri, los desvelos por las tareas, las entregas de trabajos a ultima hora, las colas en las fotocopiadoras para comprar los materiales de apoyo de las asociaciones estudiantiles, los sábados de laboratorios, los grupos de trabajo, y bueno… quizás también tendré que retomar los meticulosamente elaborados “chivos”, las “Capieadas” inesperadas o las visitas repentinas al “cementerio” (allá atracito de Agronomía!) jajajaja… son casacas, le pondré ganitas a la U, por que ya conseguí quien me jale las orejas si falto o bajo la guardia.
Ah por cierto…
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